martes, 26 de junio de 2012

Panteón de los Aporhilo

EPITAFIOS


− “Cía. R.I.P.” ,,, garantizamos su defunción.

− Cementerio “Las Alegrías” ,,, abierto por defunción.

− Os espero ,,, sed puntuales.

− Si ves un gusano no lo beses ,,, tampoco lo pises.

− Pasó a mejor vida ,,, sobre todo su afligida esposa.

− Podéis hablar alto ,,, tampoco soy cotilla

− El tiempo todo lo cura ¡...a ver si es verdad!

− Ya no estoy ,,, ni para bromas.

− No lo olvides ,,, contamos contigo

− Reservado para fumadores ,,, o no.

− Encerrados por defunción ,,, huelga indefinida

− Prohibido barbacoas ,,, de carne.

− Compartiría nicho ,,, con vegetariana.

− Adelgazamiento progresivo ,,, total garantía

− Estoy aquí ,,, por andar por ahí

− Planta de reciclaje ,,, cien por cien ecológica

− Vivió nada más ,,, y nada menos.

− Zona de residentes ,,, no hay hoja de reclamaciones

− Su seguro de vida ,,, no resultó seguro.

− Oficina del paro ,,, te esperamos

− Hoy por mí ,,, mañana por ti

− Horario de residentes ,,, 24h. de la noche.

− Club de jubilados ,,, no importa la edad

− Alargaron su vida ,,, sin acortarle la muerte

− Ya no soy ,,, ni mi sombra

− Aquí, a listo ,,, no hay quien me gane.

− No se admiten perros ,,, sin bozal.

− La vida ,,, un instante de la eternidad.

− La muerte ,,, el último reproche de la vida.

− Nichos antiestrés ,,, modelos garantizados.

− No me esperes ,,, ya te espero yo.

− Fue inmortal ,,, hasta los 74 años.





jueves, 21 de junio de 2012

"Un genio compositor"

Hay que reconocer la vena musical del maestro Aporhilo. Ya desde su más tierna infancia apuntaba maneras aferrándose, con minúsculos dedazos, a la flácida tetilla materna como si fuese una flauta que, a los 3 años de lactancia, decidió convertir de motu propio, por su aumento de tamaño y verticalidad, en fagot (sin favor que valga), que con ávida lengüeta hacía vibrar a dos manos entre chupetón y chupetón.

El do agudo final era siempre de la mamá, al ser estimulada ésta con un mordisco de mala leche materna. Dicho acento o contrapunto claramente dramático sería introducido sin éxito (para que nos vamos a engañar), en un ensayo de ópera post-antigua

Al cabo del tiempo, cuando empezó a toquetearse el violín, siguiendo el método braille, se aficionó a la música de cámara que como su nombre indica y algunos asienten, se solía ejecutar en estancias pequeñas y camas grandes por un trío o “ménage a trois”

También fue muy versado pues escribió en verso un libreto sin encuadernar, del género chico ya que él no era muy grande que digamos.

Entre sus obras de sobra cabe destacar la popular del genero tonto, titulada: “Al año que viene no me esperes que al igual no vengo”. En esta misma línea se sitúa su principal y más famosa obertura: “Anda y vete por ahí, que por aquí al igual tampoco te van a ver”.

Ninguna de las dos llegaron a estrenarse pero estuvieron a punto y aparte. Además tampoco se encontraron intérpretes, propiamente dichos, que se quisiesen lucir.

P.D. Por todo ello y por muchas cosas más, habrá que esperar varios lustros para una innegable reivindicación y reconocimiento expreso a este gran genio que dio siempre la nota.

miércoles, 20 de junio de 2012

"Marinero de agua tibia"

Aporhilo siempre fue un apasionado de la navegación, cuya afición genética le venía por parte de una parienta carnal, que siempre aprovechaba la más mínima ocasión para relacionarse íntimamente en vaivenes de charcas costeras o pozas de acantilado, por lo que no se lo pensó dos veces y se enroló en bote-chalupa monocasco de mástil y medio, para participar o no (el patrón era gallego) en el famoso torneo de regatas de navegación oceánica extrema “Yo tampoco sé nadar”.

Era la séptima edición. La primera fue suspendida ya que sólo se inscribió la lancha rápida de los narcos y las otras restantes corrieron idéntica suerte al no acudir ni la patrulla costera.

Entre los premios, además del beneficio publicitario que supondría salir en la foto del bar “El colocadiño”, abierto las 24 horas para los conocidos alcohólicos anónimos. Había también un importante trofeo consistente en el tradicional flotador de caucho con forma de patit@, pintad@ en acrílico rosa y convertible para matrimonios en trámites de separación o divorcio como era el caso de Aporhilo aunque todavía estuviese soltero.

Al no haber nadie del comité que diese la salida (ni siquiera la salida de una barra americana, que era sueca y se lo hacía), decidieron arriar vela sin más (sólo había una). En cualquier caso no zarparon antes del bocata de las once y de las siete botellas de Ribeiro de las doce.

Iban ya “colocados” en primer lugar, puesto que no había nadie a popa (ni a proa, ni a barlovento, ni a sotavento), cuando con viento de 32 nudos corredizos y mal hechos, rolaron 96 grados noroeste . Fue en aquel preciso momento cuando, sin saber porqué, recibió del patrón una paliza al pasar por la baliza.

P.D. Aún hoy, después de 50 años, lo recuerda con emoción y como único trofeo que se llevó para el cuerpo.


martes, 19 de junio de 2012

"Experto polemólogo"

Por suerte el novio putativo de su carnal prima, la Sta. Carlotamarimar y Monada−Delaconcepción Casivirgen, trabaja (aunque no sea su intención, ni su logro) en la intendencia del bar oficial de suboficiales del misterioso Ministerio de Defensa y Ataque, en donde con tal motivo y mejor oído, se entera de todos los dimes y diretes del personal pendiente de cualificar. Después con puntualidad castrense va y se lo cuenta a Aporhilo de forma coloquial (por el colocón que se cogen) en las plazas y aledaños del botellón.

Al mes de estas reuniones maratonianas (los dos corren la San Silvestre) llegó a presumir y presumía de ser un experto aventajado en el surrealista y necrófilo arte de la guerra, por lo que decidió conectarse a twitter y dar conferencias on-line de polemología en la seguridad de que antes o un poquito después le contratarían como asesor de la O.T.A.M. (Organización del Tratado del Atlántico Maltratado) para la toma de indecisiones secretas (restringidas y sólo conocidas en la red).

Dichas conferencias también se pueden intentar bajar y subir, sin logro alguno, de su colapsada cuenta poco corriente de internet, abierta sin facilidades mediante garantías deshipotecarias. No obstante, tomándome la máxima libertad y mínima discreción, extracto con tacto uno de sus magistrales y desclasificados apuntes inéditos que he logrado conseguir:
“De las armas”
“Los misiles del Eagle IV (de fabricación suiza), 10 ó 12 minutos antes de ser cargados, deberán protegerse y recubrirse con aceite de soja por su alto poder antioxidante. Así en caso de impacto colateral a civiles éstos resultarían muy beneficiados gracias a su alto contenido de isoflavonas (según experimento realizado con 500 conejos que retrasaron, hasta 15 días, su putrefacción). Por idénticos motivos también se aconseja que la metralla, de las bombas con metralla, así como las balas de los fusiles de asalto M-16 que tiran con bala, se recubran de Omega 3 ó su genérico de alta gama, para garantizar una mejor salud a aquellos que no resulten muertos sino simplemente malogrados”.



P.D. No debemos olvidar que de pequeño, en el puente de todos los santos, estuvo un fin de semana con los “boy scouts”, lo que le animó, con razón o sin ella, a inscribirse en segunda instancia (en la primera le desestimaron hasta la póliza) en las fuerzas de élite de los Seals. Al no reunir ni un solo requisito de los trescientos veintiocho necesarios (sin que influyera ser miope y de pies planos), fue rechazado directamente por la recepcionista, a quien para aprovechar el viaje le pidió mantener relaciones poco serias y de amor transitorio. A lo que ella no pudo resistirse.

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viernes, 15 de junio de 2012

"El insigne profesor"


También se sabe de Aporhilo que a sus 47 añitos trabajó, según informe de la INTERPOL, como niño de recados y por enchufe en El Apagón, una tienda de electricidad sin cables conocida en su zona. Hasta que un 13 de junio, día de su cumpleaños, decidió despedirse a la francesa y autoproclamarse “insigne profesor” de filosofía muy avanzada, al considerarse sobresaliente discípulo de Friedrich Nietzsche, gracias al curso por correspondencia que le tocó en una chapa de bebida efervescente Stauferssss y que nunca recibió al carecer de señas propias.

Desde aquella solemne decisión consideró deber de conciencia impartir, gratuitamente en la Casa de Campo, clases que calificó de magistrales. Para ello y sin perder más tiempo, aquel mismo día fijó el horario lectivo de 8 a 9 piem en adelante por ser el más concurrido de público.

Como el Ayuntamiento no facilitaba tarimas para estos menesteres, se encaramó a una encina seca y chaparra, ayudándose en la megafonía con una lata de fabes de cinco kilos achatada en los extremos.

Después de la presentación, que él mismo se hizo y antes del soliloquio, prometió al presente (nunca más de uno/a y siempre con un minúsculo tapaalgos como atuendo), que al final de curso concedería un Diploma, a repartir, que él mismo homologaría. Seguidamente, y sin más interrupción que su propio aplauso, entró en materia.

“Es cuestión primordial que Usted, distinguido público, comprenda el porqué de la existencia emergente en la conciencia inconsumada del ente precursor. Pues sabido es y demostrado, y seguro que así consta como premisa y paralelismo coyuntural, que no está de paso sino que ha venido en la conciencia del de-venir”.

Ante la claridad expositiva sonrió satisfecho y pidió a los ausentes, de forma cordial con inclinación de cabeza, que reservasen los aplausos al final, circunstancia que aprovechó para aclarar la voz con un chupito de anís y con otros diez más, esta vez lingotazos, para la entonación.

(Al ser principio de verano se quitó la camisa y a torso descubierto volvió a encaramarse).

“Pues bien. Nos quedamos, si mal no recuerdo, en la ciencia sumada que pretende en contra de existencialismos ir más allá de su adición. Teoría ésta que mi colega Friedrich habría rechazado igualmente en su abstracción íntima para adoptar mi tesis de la evolución ascendente a aquella otra de reacción contraria”.

Habría continuado de buena gana, a no ser por un camión cisterna que le fumigó de pies a cabeza, con tal presión que sus huesos y lomo fueron a parar contra la esquina del banco de granito, puesto allí exprofeso para que nadie se durmiese en los laureles.

Gritó sus magulladuras y maldijo su suerte pero, como no hay mal que por bien no venga, se abstuvieron de picarle mosquitos, ladillas y todo aquello que se tuviese por insecto, en los 5 ó 6 meses siguientes.

Pero como las desgracias no vienen solas, cuando se encontraba tendido en el paseo, un caballo percherón que iba al trotecito por allí, le pateó por dos veces presumiblemente queriendo (la 1ª a la ida y la 2ª a la vuelta).

Entre quejidos y con el poquito conocimiento que le quedaba (nunca tuvo mucho), comprobó de buen grado como dos congoleñas, raudas (más que ligeras) de ropa, se acercaban para auxiliarle. Asintió con agradecimiento que le metieran mano, pero al limitarse a los bolsillos supuso que buscaban algún medicamento nootrópico o smart pill que pudiera aliviar sus dolores o mejorar su nivel cognitivo. Lo cierto es que no fue así y tuvo que resignarse a su maltrecha suerte pues no sólo no le ayudaron, sino que los tres euros que tenía (ya no los tiene) y un cortapuros que le regaló su padrino Casitón Delcul y Deba por si algún día decidía fumar, se lo esfumaron ante su impotencia e incontinencia crónica.



P.D. Aquella fue la penúltima vez que se oyó hablar del “insigne profesor”, la última ya habrá ocasión de contarla.

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jueves, 14 de junio de 2012

"Los Marqueses de Todogrande"

La siguiente anécdota de mi inseparable amigo, al que dicho sea de paso sólo tuve el gusto de ver una vez, la supe al encontrar su tao en el Libro de las Mutaciones (I Ching). Allí descubrí, con no pocas dotes receptivas, que hace 6 años, dos meses, 55 días y 110 minutos, sin carta de presentación, ni curriculum vitae, ni informe favorable y pese a ser enclenque y contrahecho de nacimiento, consiguió un duro trabajo de escolta y agente de seguridad en Casa de los Marqueses de Todogrande Yahivandós de Tontolín y W. de Mastontolinez, en cuyo celo profesional no sólo guardaba las espaldas, sino también la delantera y vientre bajo de su heredera universal la Señorita Carlota Marimar y Monada Delaconcepción Casivirgen quien, al sentir en un tropiezo el único atributo que le sobresalía, se enamoró locamente conforme a su condición.

Resignado a su suerte accedió, no por el interés sino por el capital, a contraer matrimonio nupcial con amor ciego, pues nadie lo vió claro y además era fea con ganas y sin posibilidad de mejoría según ínclitos galenos que aconsejaron por unanimidad y como único remedio, encargar una novena a la Patrona de los Deshechos y a Sor Alegrías para que quedase como estaba, pues el injerto Chicholín practicado únicamente en la mama derecha y en fase de prueba, no resultó práctico y menos aún estético.

Cabe destacar que aunque siguen casados, bajo el régimen de pérdidas de ella y ganancias de él, la relación que mantiene el mantenido es distante, al haberla enviado hace ya cuatro años y medio a la India para perseverar en la esotérica práctica de los tantras que “tranta” falta le hacía. Así él pudo tener más tiempo en la ardua labor de compromisos sociales y en la estresante tarea de jugarse la pasta en los casinos, así como en la de visitar, acompañado de meretrices explosivas (que él explotaba), las suites de todo el mundo para estudios de mercado de abastos, no olvidemos ni echemos en saco roto o talego, que habla (por señas) al menos setenta lenguas (paladares incluidos) entre idiomas y dialectos.

Los porqués y el alto coste de esta interesantísima historia los dejaré para otro momento.

Ahora, y sin más, aprovecho la ocasión para expresar, a mi gran amigo, la más sentida condolencia ya que en este momento puedo confirmar a través de facultades parafernales que un martes con suerte se convertirá en marqués consorte y viudo heredero universal de su millonaria y nunca bien ponderada esposa, Doña Carlota Marimar y Monada Delaconcepción Casivirgen, marquesa de Todogrande Yahivantres de Tontolín y W. de Mastontolinez, quien pasará a mejor vida (y sobre todo Aporhilo gracias a su fortuna). Pido a Dios colme su cuerpo insatisfecho de deseos carnales, por los siglos de los siglos.

Amén o así sea de vez en cuando.



P.D. He podido saber, también por fuentes cercanas al marqués consorte, que Dña. Carlota Marimar y Monada Delaconcepción Casivirgen marquesa de Todogrande Yahivancuatro de Tontolín y W. de Mastontolinez dejó a la postre un novio carnal y putativo experto en polemología. Grandes estrategas de la época, siguiendo sus consejos, fabricaron o hicieron acopio de armas de todo tipo, incluyendo tanques, tirachinas, aviones de combate o cerbatanas. El arsenal defectuoso y de poco alcance lo aprovechaban vendiéndoselo a grupos étnicos y religiosos consiguiendo así arruinar a potenciales enemigos, a quienes además ya podían atacar y destruir por encontrarse armados.

Algunas de estas bélicas historias en las que participó, a instancia de la O.T.A.M. (Organización Trasnochada del Atlántico Maltrecho) como asesor de los enemigos, se las contaré a Uds. una vez me sean verificadas y ampliadas.

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miércoles, 13 de junio de 2012

"Futbolista a ultranza"

Se creerá si afirmo, como necesario y aclaratorio paréntesis, que jugó en un equipo de 1ª división, no por sus facultades, que eran nulas, sino por haber salvado la vida a la hija del presidente del club en un atraco a dos manos. (Historia ésta que ya habrá ocasión de contar ).

En su debut como centro-campista, aunque no llegó a tocar el balón, tuvo la mala fortuna de chocar de forma imparable con el portero suplente que se encontraba descansando en el banquillo. Al desafortunado tuvieron que tumbarle en el césped sin conocimiento (pues nunca lo tuvo), para ser indebidamente atendido por asistente sanitario, quien por suerte había hecho prácticas avanzadas en una clínica veterinaria. En los 40 minutos siguientes seguía sin reanimarse, a pesar de los aplausos, retumbante griterío y abucheos del distinguido público de las gradas. Como el espabilao no espabilaba, pidieron una camilla al hospital más cercano. Al no pedirla con urgencia tardó una semana por lo que cuando llegó ya no estaba, pues harto de las bofetadas que le dieron para reanimarle, decidió irse por su propio pie. En cualquier caso todos se alegraron de que no se hubiese utilizado la camilla de la maternidad, traída por una matrona, pues habría resultado muy embarazoso.

En el segundo tiempo no tuvo mejor suerte ya que en una de sus carreras, siempre peligrosas, pisó al árbitro y al dejarle para tirar tuvieron que retirarle, con sonoras protestas de la muy respetable afición.

En la siguiente y última jornada que jugaron en su campo fue récord Guiness como el defensa que más goles metió en propia meta, él solito se metió 8, también hubo un golazo de cabeza en un rebote con el cuarto árbitro. Fueron al descanso con un abultado 0-9 que no pudieron remontar pese a que los contrarios jugaron sin portero ya que fue retirado por lesión en los primeros 10 minutos del partido.

En la rueda de prensa no quiso hacer declaraciones a los diarios deportivos, limitándose a decir que el colegiado era el único culpable por haber pitado los goles. Razón no le faltaba, según recogió la revista del corazón “Hola y adiós”.

Al día siguiente tampoco habló mucho más debido a una fuerte depresión que cogió al ver a contraluz salir corriendo al portero como alma que se lleva el diablo y que por más que se esforzó no fue capaz de alcanzarle.

Tampoco le animó que el entrenador le dijese que había dado sus señas falsas porque le buscaban unos hinchas para lincharle con las botas puestas.



P.D. Desde entonces y con la desolación (pese a estar al sol) de su Presidente, no se ha sabido nada de él y eso que ya han pasado por lo menos 11 años (10 años, 12 meses, 1 día y 24 horas). Pero allá él. (comentaron los perdedores), si se ha perdido él se lo pierde.

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“En el maratón”

Con motivo de un viaje a Jordania me comentaron que Aporhilo estuvo por allí, después del Ramadán, coincidiendo en las fiestas de una pequeña localidad que se encuentra al noroeste del sureste de la ciudad de Ammán, en la que se celebraba un maratón mixto de más de 437 participantes (438). Se afirma que llegó el último por ir cediendo el paso a todas las mujeres, con independencia de edad o condición. Entre ellas se encontraba Ahiwa Qtiía, hija del sultán Mohamelatú (la familia nunca tuvo claro si el sultán era la sultana o si la sultana era el sultán).
Fue con Ahiwa Qtiía, que iba cubierta de pies a cabeza con un “burka”, con quien se perdió varias veces, lo que tenía su mérito pues no resultaba nada fácil al ser un circuito programado también para invidentes.
Entre las innumerables anécdotas que se sucedieron, cabe destacar que cruzó la meta al día siguiente de la clausura. Sin aplausos, claro está, y sin el chupito de agua obsequio de la organización pues según se pudo apreciar el lugar estaba desierto, ya que el gato que había junto a la mezquita no contaba. Fue entonces en aquel histórico e histérico momento, cuando ella, que en silencio se había ido enamorando de su viril y amable compañero, le empujó cargada de pasiones contra el paredón que había a espaldas del minarete y, en menos que canta un gallo o bala un cordero, le puso mirando a la Meca.
Se libró por Alá y por pelos, y porque todavía sigue corriendo, pues es sabido que el hábito no hace al monje y en este caso el vaporoso velo ocultaba un bigardo que calzaba un 45, no sólo de pies y manos.

P.D. No consta su participación en las siguientes ediciones pero se sospecha que pudo haberse inscrito bajo el nombre (supuestamente falso) de Matufah Elshobak.

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martes, 12 de junio de 2012

“Un amigo en la playa”


   Ayer conocí a Aporhilo. Fue por casualidad, así pasan estas cosas, pues es raro que yo baje a la playa.
   Después de captar mi atención y como era evidente que, por más que se desgañitase, con el ruido de las olas no podría oírle, me preguntó con gestos de la mímica si fumaba (era una buena excusa para entablar conversación). Sin darme por aludido me alejé nadando y a unos cien metros salí a tomar el sol.
   Su decisión de pegar hebra no parecía fácil de doblegar por lo que, aparentando buscar moluscos lamelibranquios, se hizo el encontradizo.
− Perdone que le moleste ¿Colecciona Ud. las cubiertas de carbonato cálcico de los bivalvos?. Mire ésta es espectacular. ¿Cuánto daría Ud. por ella?. Si no me da nada es igual, se la regalo. Apostaría que es Ud. italiano, de Sicilia para ser más exacto. ¿Are you italiano?. ¡Perdone! (me gritó de nuevo) ¿Parla italiano?. Está bien no insistiré más. Si no quiere confesar de dónde es, allá Ud., sus razones tendrá, pero seguiré pensando que si no es siciliano, es español descendiente de gallegos.
   Aunque no le hice el más mínimo caso continuó hablando durante las 4 horas y 57 minutos siguientes.
   Dijo que le llamaban Aporhilo porque su mamá, la “Enagüera” (hacía enagüas para las señoritas de la Cruz Roja), le solía mandar a por hilos y con “A-por-hilo” se quedó
   Eran 9 hermanastros, todos de desconocido doble vínculo. El último preñador huyó a Nigeria con la camarera del hostal que estaba a tiro de dos manzanas, aunque la verdad es que siempre estuvo a tiro sin necesidad de manzanas.
   Los lugareños aseguran no obstante que eran diez hermanos porque el niño bizco del orfanato, con un ancla por antojo en dicha parte, era idéntico al paisano con el que solía sestear en chalupa mar adentro con olas de fuerza dos a tres rolando a noroeste. El susodicho paisano alegaba en su defensa, a quien le quería oír, que por S. Emeterio y con luna llena nunca habían estado juntos, ni encima, ni debajo, ni revueltos, lo que probaba de forma indubitada que no era suyo.
   Lo que sí sabían viudos, casados y solteros muy necesitados, es que ella era de fácil apaño y que en vista del “ahí te quedas” del nigeriano, empezó a salir todas las noches luciendo (gracias a sus lámparas) un traje de color sospechosamente amarillento y muy escotado, aunque más preciso sería decir sin escote, pues se podía ver todo aquello que, en otros cuerpos, se conoce como senos. Tampoco llevaba ropa interior, según ella para que no se la quitasen.
   Al ser todo ello cosa muy delicada de comentar, se puso a hablar del tiempo para que yo me sintiese relajado:.”Si sigue así, terminará nublándose. Mire, mire que nube viene por allí. Cuando hay Leveche ya se sabe... ¿Se acuerda la que cayó el año pasado por estas fechas?. ¡Eso sí que era llover!. Hoy como siga así, no le aseguro yo nada, pero Vd. tranquilo que la previsión para los 5 minutos siguientes es sin cambios aunque con posibles descensos ligeros en zona alta y viento flojo variable con predominio de algún componente”.
   Durante los 38 minutos siguientes siguió con lo de las nubecitas y con su evolución en base al vapor acuoso que se suspende en la atmósfera. También pronosticó , simplemente mirando al horizonte, cuando iba a llover o a chispear en los próximas trienios.

P.D. Yo seguí en meditación profunda, boquiabierto y con respiración fuerte, entrecortada, como si tal cosa (durmiendo). 

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